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Aunque muchas veces se le considera un material “secundario”, la arena es uno de los componentes más determinantes en la calidad del concreto y los morteros. Su correcta selección puede marcar la diferencia entre una estructura duradera y una que presente problemas prematuros.

Cuando se habla de concreto, la mayoría piensa en cemento, pero los verdaderos protagonistas del rendimiento estructural son los agregados: arena, grava y piedra triturada. Su correcta selección y proporción determinan la resistencia, durabilidad y apariencia final de una obra.

En toda obra, desde una vivienda hasta una carretera, la grava cumple un papel fundamental en la calidad y durabilidad del concreto. Sin embargo, pocas veces se le da la importancia que merece. Entender los tipos de grava disponibles y sus usos específicos puede optimizar el rendimiento estructural y los costos de una construcción.